La sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha ordenado repetir el juicio contra un hombre acusado de asesinar a su mujer en 1995 tras incendiar el vehículo en el que viajaban, simulando ser un accidente, para cobrar alrededor de 811.000 euros por los cinco seguros de vida que tenía contratados, al considerar que existe un "apreciable desenfoque" sobre las pautas valorativas de la prueba indiciaria en la Audiencia de Valencia.
De esta manera, el Alto Tribunal estima los recursos de casación interpuestos por los representantes legales de la víctima y de los seguros de vida contra la sentencia dictada por la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, que absolvía al hombre de un delito de asesinato al estimar que no quedó probado que provocara el siniestro de tráfico.
El TS discrepa de la sentencia de la Audiencia respecto a la metodología empleada para obtener su conclusión, puesto que, a su entender, existe un "apreciable desenfoque" sobre las pautas valorativas de la prueba indiciaria. Recoge que la Sala de instancia expresa su impotencia por el hecho de no encontrar un indicio lo suficientemente intenso como para poder descartar totalmente una producción accidental de ese resultado, pero recuerda que el problema radica en que los indicios, por definición, nunca son unidireccionales.
Además, lamenta que la Sala no hubiera valorado todos los elementos de cargo ofrecidos para avalar la hipótesis defendida por los recurrentes, ya que la sentencia guarda silencio frente al ilustrativo informe de la empresa de detectives privados incorporado a la causa, que fue ratificado por un detective en el juicio.
Por todo, estima que la sentencia se apartó de las pautas metodológicas que inspiran la valoración de la prueba indiciaria, considera infringido el derecho a la tutela judicial efectiva, que garantiza una resolución debidamente motivada, con arreglo a los cánones de racionalidad exigibles por el sistema constitucional. Así, impone la celebración de un nuevo juicio con una Sala integrada por nuevos magistrados.
El hombre negó durante su declaración en el juicio celebrado en la Audiencia de Valencia los hechos que se le imputaban, y aseguró que intentó apagar el fuego y sacar a su esposa, con la que se casó en junio de 1994, "varias veces", hasta en tres ocasiones, pero que no pudo.
El hombre concertó desde el mes de septiembre hasta febrero de 1995 con diversas entidades aseguradoras hasta cinco seguros de vida. En dos de ellos se contemplaba la posibilidad de doblar la indemnización en caso de fallecimiento por accidente. El total de lo asegurado ascendía a 811.000 euros, según constaba en el relato del ministerio fiscal.
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