Las lupas de los detectives son para las películas. También muchas de las historias que se narran sobre ellos, aunque lo cierto es que en ocasiones sí se ven envuelto en sucesos rocambolescos. "En los cursos de formación te adiestran por si te encuentras en un tiroteo, pero todo es irreal, como mucho te forman un escándalo en la calle si te pillan filmando a una persona", explica un profesional de la seguridad privada, que prefiere guardar el anonimato.Algunos de los que protagonizan esta información prefieren no identificarse públicamente. Otros, incluso, se negaron a realizar declaraciones porque entienden que es lo más correcto.Los detectives consultados se muestran reservados. "Mientras menos se sepa de nosotros mejor, no pongamos en la pista a quien tenga algo que ocultar", explica uno de los detectives que prefirió no pronunciarse. Sólo criticó el intrusismo profesional del sector, una tónica en las entrevistas realizadas. También a los compañeros que "difaman y exageran todo en las televisiones".¿Y les encargan investigar muchas infidelidades? En su momento, cuando las pruebas eran causa de divorcio, este tipo de casos copaban el negocio, pero ahora éste gira en torno a internet. Aunque también los temas de faltas se mueven por la red. "Los chats están rompiendo muchos matrimonios", explica uno de los profesionales consultados.
Pero los principales demandantes de los servicios de seguridad privada son las empresas. De hecho, según las fuentes consultadas este sector suma el 80% de los trabajos de los detectives. Predominan las compañías de seguros y las mutuas, pero también las grandes empresas, ligadas a cualquier sector.La tendencia entre los grandes despachos de detectives es ampliar sus servicios a consultoría de riegos. Éstas operan a nivel nacional y trabajan con paquetes de servicios a multinacionales. Es el caso del Grupo Paradell, cuya sede central se localiza en Barcelona y cuenta con cuatro delegaciones en Andalucía, una de ellas en Málaga. Su director comercial, Mariano Paradell, explica que ellos trabajan con un equipo multidisciplinar, formado por ingenieros informáticos y financieros que apoyan en labores específicas a los detectives. Explica que el valor añadido que ofrecen es servicios de prevención. También alerta sobre los peligros de la Red. "La mayoría de fraudes empresariales son por entornos digitales. Hace veinte años, el robo de información era físico.
El ladrón esperaba quedarse solo y luego actuaba. Ahora con un simple lápiz de información y delante de todos los compañeros se puede robar una base de datos en pocos segundos", explica. Aunque los casos de personas que intentan estafar al seguro están entre los típicos.Las empresas intentan reducir costes con los servicios de investigación privada. Y en los casos de familia, no sólo está la infidelidad, las herencias o tutelas de menores también son asuntos recurridos. Pero hay seguimiento que se convierten en una aventura y resultados que nunca dejan de sorprender al detective. Como el caso del individuo que se quedó ciego en un accidente laboral y fue cazado viendo un partido de fútbol en el estadio.
La misma fuente narra varios casos de paralíticos que salían a correr todas las tardes. Inflar el parte de bajas suele ser común, en algunos casos, como los citados, hasta el esperpento. Pero dicen los propios profesionales que Grecia, Portugal y España lideran la picaresca y en el caso español, además, es motivo de orgulloso hacerlo.
