
Un fiscal de Niza, competente para instruir un caso de ese tipo, ordenó la búsqueda y captura del sospechoso, que no tardó en ser detenido. Antes o después de la detención, sin embargo, ese mismo personaje se había presentado oficiosamente en el Ministerio de Finanzas francés, para entregar, «sin cobrar ni exigir nada», una preciosa relación de 3.000 o 4.000 franceses con cuentas numeradas (secretas) en Suiza.
Más:
http://www.abc.es/20091211/internacional-europa/empleado-banca-suizo-entrega-20091211.html