
La niña, acompañada de una pareja, hablaba inglés. Lundberg sacó un par de instantáneas a la chiquita en las que se la ve de frente y dejó su tarjeta de visita y la dirección de su correo electrónico al varón, que se hizo pasar por padre de la criatura, por si quería copias. No tuvo inmediato contacto con el supuesto progenitor de la nena hasta que hace unos días un tal Michael le llamó por teléfono y le pidió, en ingles, las copias y los negativos de las fotografias de «su hija». El fotógrafo informó de lo ocurrido a la policía, pero el tal Michael nunca acudió a la cita con el sueco.
La prensa sueca cuenta hoy lo ocurrido e informa de que los padres de la desaparecida, que hoy tendría seis años, después de ver las fotos, parecen estar convencidos de que se trata de su hija. Tanto la Policía británica, que coopera con la sueca, como los detectives privados que trabajan para los MacCann, buscan ahora a Madeleine en Suecia. El británico «The Sun» se hizo eco de esta noticia que ayer publicaba en su portada con «la foto de Maddie».